Es un proyecto compuesto por dos piezas que nacen de la invitación realizada por el área cultural del Banco de la República de Colombia, en el marco de Interior–Exterior: intercambios artísticos en épocas de pandemia. Esta fue una iniciativa paralela al programa Imagen Regional 9, dirigida a artistas de distintas regiones del país. La propuesta consistía en crear una instrucción artística, al estilo Do it, que pudiera ser llevada a cabo en el contexto del aislamiento, desde o cerca de la casa. El gesto buscaba abrir un espacio de creación y exhibición, en balcones, fachadas, ventanas o espacios interiores, como respuesta a la imposibilidad de asistir a exposiciones en escenarios públicos tradicionales. La segunda parte de la invitación proponía que cada instrucción fuera reinterpretada por otro artista en una región distinta, generando así un intercambio creativo entre desconocidos.
Realicé una intervención en mi propio armario. Me apropié de su estructura —repisas, cajones, puertas— como si se tratara de salas expositivas. Comprendí artísticamente el lugar que habito, permitiendo que el espacio doméstico adquiriera un valor simbólico, afectivo, estético y sensible.
Esta pieza surge de una instrucción recibida por parte de una artista de San Andrés. A partir de su propuesta, construí una línea de tiempo con carteles que promocionan conciertos, registrando así la llegada de músicos a la esquina de mi casa durante el confinamiento. Esta obra es tanto un homenaje como una forma de espiar las rutinas de mis vecinos, proponiendo nuevas narrativas desde sus dinámicas diarias.
Los objetos, cosas, chécheres… presentes, olvidados y perdidos, también circulan en este proyecto. Reaparecen cargados de historia, se resignifican en el encierro, se transforman en materia sensible y narrativa. El museo deja de ser un espacio institucional para volverse íntimo, afectivo, doméstico. Las piezas aquí reunidas son intentos por dar sentido al adentro cuando el afuera se clausura; son formas de construir memoria desde lo mínimo, lo cercano, lo que a veces creemos insignificante. Espiar, coleccionar, archivar, recordar: pequeñas estrategias para resistir el olvido desde casa.