Instalación
1 mtr An x 3 mtr Al x 50 cm Pr
Para esta propuesta, parto de la creación de una serie de instrucciones para construir un museo en casa. La pieza busca entender la casa como un archivo y una práctica artística, permitiendo que los espacios habitados adquieran un valor simbólico, afectivo, estético y sensible. Cada sala tiene una curaduría específica: Lo que atesoras, Lo que acumulas, Lo que contemplas, Lo que perdiste, Lo que siempre ha estado, Lo que ya no usas, y una Sala de exposiciones temporales en la que invito a los vecinos a participar en la exposición. Este museo está compuesto de objetos insignificantes, pero que para nosotros como habitantes de la casa son invaluables: los primeros dientes de Aurora, los dados de la abuela y las plantas que nos acompañan desde hace mucho tiempo. En la sala tenemos una colección de piedras, han viajado desde muy lejos, nos protegen y traen buena suerte. También encontramos objetos que acumulamos, fotocopias, libros y zapatos; algunos sin utilizar, apilados y llenos de polvo, como si se prepararan para el olvido. Fue inevitable seguir el rastro de los que hemos perdido en el camino. Instalamos todos estos objetos en nuestro armario, los guardamos, ocultamos, ordenamos y clasificamos. Las repisas se convirtieron en salas de exposiciones y los cajones en contenedores de tesoros. Nuestro museo es una invitación al interior de nuestra casa y, al mismo tiempo, a la intimidad de nuestra vida.
Texto curatorial
Lo que atesoras
Lo que acumulas
Lo que contemplas
Lo que contemplas
Lo que perdiste en el camino
Lo que siempre ha estado
Lo que ya no usas